Las madres cubanas.

Para todos aquellos que tienen a su mamá con ellos, este domingo es todo sobre el regalo, la fiesta, la comida. Para aquellos que las tenemos lejos, sin posibilidades de verlas ese día, nos preocupamos más por poderlas llamar o chatear en caso de que tengan Internet. Para aquellos que no tienen a sus madres en lo absoluto probablemente este domingo sea todo nostalgia, recordar los buenos momentos, repasar consejos y pensar si ellas estarían de acuerdo con las decisiones tomadas, estoy en este caso suponiendo porque eso es lo que yo hago en el día de los padres cuando pienso en uno de mis abuelos.

Para los que no entienden porqué hago este post es que el segundo domingo de Mayo tanto en Cuba como aquí en Estados Unidos es el día de las Madres y lo aclaro porque sé que al menos en España y en México lo celebran en fechas diferentes.

Para mi familia el día de las madres, al igual que para la mayoría de los cubanos, es toda una celebración. Casi siempre nos reuníamos hijos y nietos y a veces las familias políticas en la casa de mi abuela paterna. Música, comida y gritería(eso en Cuba es hablar alto) esas son nuestras fiestas, los regalos son opcionales y para quien no sea cubano me imagino que le sea difícil entender que durante muchos años los mejores regalos que se le hacían a una madre en mi país fueron champú, jabón de baño o detergente de fregar. Por suerte las cosas han mejorado un poco y ya se hacen mejores regalos, aunque casi siempre ellas piden "cosas para la casa", eso significa adornos, un juego de cama bonito o utensilios de cocina.
Es que así son las madres cubanas, esas magas que se las arreglan para convertir barro en oro, esas que incluso pudiendo pedir un lápiz de labio, prefieren que su casa se vea bonita, esas que teniendo la opción de un perfume prefieren que su vajilla se vea reluciente. Desde que recuerdo siempre ha sido así, los niños y la familia en general, la casa y después ellas. Esas a las que no les importa ley ni límites para alimentar a sus hijos, para mantenerlos estudiando y garantizarles un futuro. Creo que cualquiera de mis lectores cubanos es o tiene una Madre que vendió café, jamón o montó una peluquería ilegal para mantener a los niños que estaban el Pre o en la universidad en otra provincia y aunque es verdad que no lo tuvimos todo, aquí estamos hoy, más fuertes y probablemente muchos de nosotros viviendo nuestros sueños o al menos luchando por ellos. 

Estoy casi segura que cuando las mujeres se embarazan se les desarrolla una hormona de leona protectora capaz de matar por su cría y también creo que eso es propio de todas las madres del mundo y no les quito mérito porque sé que cada una ha tenido su propia guerra, pero siendo cubanas mi mamá, mis abuelas, mis tías, mi suegra y la mayoría de mis amigas y porque recuerdo claramente lo difícil que fue que nos criaran y crecer en los 90 y sé que con los hijos nunca se termina, ahí les va: a todas las madre del mundo, pero muy muy especial a las madres CUBANAS donde quieran que estén, por todas las batallas que han ganado y las que les quedan por pelear, un millón de FELICIDADES, BESOS y BUENOS DESEOS.